Artículos MEDITAR Y ESCRIBIR

MEDITAR Y ESCRIBIR

A todos nos ha ocurrido que en algún momento un pensamiento llama nuestra atención y nos hace preguntar:

– ¿Cómo fue que terminé pensando en esto?

Nos asombramos, porque estábamos ocupados en un asunto diferente o reflexionando sobre otro tema. Seguramente, alguna vez hemos procedido a desandar el camino de las ideas que nos llevaron a ese pensamiento.

Por ejemplo: Se me acaba de ocurrir que quiero ir a caminar al parque, porque me acordé de la vez que fui al parque con determinada persona. Y recordé la ida al parque con esa persona, porque fue la última vez que la vi. Y me acordé de la última vez que la vi, porque se me vino a la mente un texto escrito con su perfil. Y pensé en ese texto porque buscaba ideas para escribir un artículo.

Acontecimientos que vivimos a diario ejemplifican nuestra mente y convierten en texto creativo su contenido.

Escribir es ayudar al prójimo y a uno mismo.

No es más que un ejemplo de la forma como fluyen nuestros pensamientos a lo largo del día. Cuando no estamos concentrados en algo específico nuestra mente navega sin cesar de un pensamiento a otro. Incluso cuando estamos concentrados en algo, nuestro cerebro busca la menor excusa para salirse de ese estado y comenzar con sus ensoñaciones.

Pero, ¿cómo pasa nuestra mente de una idea a otra? ¿Son saltos que se realizan al azar?

No.

Los pensamientos que se suceden se parecen entre sí en algún aspecto.

En nuestro ejemplo, la idea “caminar en el parque” se parece a la idea “la última vez que fui al parque con el personaje escogido y pensado para el escrito”, en que ambas ocurren en el parque.

Y el pensamiento “la última vez que vi al personaje” tiene en común con “un texto con el estilo de a la persona en cuestión».

Las ideas se conectan por algo en común que tienen entre sí. Puede ser su ubicación, su relación con un tercer elemento o persona, una cualidad compartida, en fin. Por otra parte, una misma idea no nos llevará siempre a pensar en lo mismo.

Una vez se conectará con una idea y, a la siguiente, con otra muy diferente.

Medito, pienso, razono, investigo, siento y concluyo que parte importante de mi esencia como ser humano se la dedico a las letras, esforzándome por hilvanar las ideas y poco a poco dar salida a los sentimientos que brotan repentinamente en el momento menos esperado.

Es realmente un suceso extraordinario cuando voy caminando por la calle observando todo aquello que gira en mi entorno siento la vibra de toda criatura que ocupa un lugar en el universo y que sale a mi encuentro.

Las gotas de sudor refrescan mi mente y el soplido del viento enfría mis neuronas para tener capacidad de seguir disfrutando el paisaje urbano que tantos secretos encierra.

Y me siento viva, más viva que nunca cuando dejo a mi corazón que palpite hasta exceder las frecuencias permisibles y me ponga en alerta para esperar lo inesperado; de algún lugar siempre aparecen emociones qué contar, aventuras qué escribir y aprendizajes qué compartir.

Estoy consciente que no es obligatorio comulgar con lo que expreso, lo que sí puedo decir que sale con AMOR de mí ser y con deseo de tocar ALMAS en búsqueda de una vida más plena.

@DGicherman
www.dorisgicherman.com

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