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Hermanos sabia relación

Son los primeros compañeros de juego y confidentes.

Entre hermanos se aprende a socializar y a estrechar vínculos afectivos. Los padres deben tratarlos como seres individuales y evitar los favoritismos.

Si la familia es cohesiva y flexible, es más probable que se presenten pocos conflictos familiares y tenga mejor capacidad de resolverlos; se puede predecir que los hermanos de esa familia se encontrarán más unidos, mantendrán buenas relaciones, tendrán un buen auto concepto y podrán admirar más fácilmente a los otros; además, tendrán menos dificultades para incorporarse a otros subsistemas sociales como los vecinos y los compañeros escolares.

No obstante, entre los hermanos también pueden existir sentimientos negativos como celos, hostilidad o agresividad que pueden debilitar los vínculos y afectos.

La rivalidad entre hermanos es algo natural e inevitable; se define como los sentimientos y acciones competitivas que ocurren frecuentemente entre cada uno de los niños de una familia y que se manifiesta con acciones de rechazo hacia el hermano: le dañan o alteran sus juguetes, lo ridiculizan, amenazan o golpean y preguntan constantemente ¿me quieren más que a …?

Entre las causas de celos o rivalidades entre hermanos, se encuentran: privilegios otorgados a los hijos según el lugar que ocupa en la familia, etapa del ciclo vital que se esté viviendo, preferencia de los padres hacia un nuevo hijo de sexo diferente, características distintivas de los hijos (discapacidad o enfermedad) y el nivel de sensibilidad individual.

Ocurre también por razones de inclinación religiosa que cuesta ser valorada y que marca distancia y como extremo separación y falta de comunicación. Vivir en paz y armonía lo merecen experimentar los hermanos como una condición de SABIDURIA.

Los padres y/o quienes se hacen cargo de su crecimiento para lograr una relación sana se les recomienda que:
• Establezcan reglas claras: qué está permitido y qué no, según edad y grado de madurez.
• Enseñen a pedir perdón, dar las gracias y decir ‘por favor’.
• Traten a cada hijo como una persona individual, con privilegios y responsabilidades diferentes, evitando los favoritismos.
• Eviten entrometerse en los conflictos de los niños. Felicite o premie a los hermanos cuando se lleven bien durante un período de tiempo o sean capaces de resolver sus propios conflictos. Si no lo hace, retire privilegios o aplique el ‘tiempo-afuera’.
• Respeten el espacio, juguetes y tiempo de cada hijo, pero no olvide promover juegos en familia.
• Eviten calificar (o descalificar) y comparar a los hijos entre sí, haga que cada hijo se sienta igual de importante.
• Fomenten la cooperación en la realización de las tareas de la casa.
• Respeten la privacidad de su hijo. Cuando tenga que regañarlo o castigarlo, hágalo en un lugar apartado, no delante de los hermanos.
• Siempre tengan en cuenta que el hermano es el pariente más cercano y el que dura más tiempo, siempre está ahí y continuará existiendo la mayor parte de nuestras vidas.
• En la adultez respetar los criterios pero siempre promocionando el AMOR & el RESPETO entre hermanos y sus respectivas familias.

No hay nada más bonito que tener una familia unida, sin embargo no siempre suele ocurrir.

Los premios los otorga la vida y el modo como le demos sentido de unión, fraternidad, solidaridad humildad aliñados con mucho AMOR.

@DGicherman
www.dorisgicherman.com

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